miércoles, 27 de junio de 2012

ESTE JUEVES: En los zapatos de otro.





  Una sonrisa a todo el que pasa a su lado, unos buenos días siempre con voz dulce, una bolsa de viaje llena de, no se sabe qué, y, sobre ella un platillo amarillo con unas monedas, de poco valor, las que valen un poco más, las va guardando en su bolsillo. Todos los días está ahí, en la puerta del mercado, aseado y con ropas limpias, y atento al paso de cada una de las personas que suben los dos escalones que hay para entrar al edificio, ayuda a las mamás que intentan subir la silla del bebé, a la señora de más edad que empuja su carro con cierta dificultad, a las que pasan cargadas de bolsas se ofrece a llevárselas, si vive cerca, porque en aquel rincón están todas sus pertenencias, allí ha establecido por el momento, su lugar de supervivencia. 
  Lleva ya algunos meses acudiendo cada mañana, fiel a su cita, y nunca se le ha visto un mal gesto, ni una palabra alta, siempre respondiendo agradecido al saludo de los viandantes.
  ¿Qué puede haberle pasado para tener que vivir en esta situación?. ¿Lo ha decidido él, o se ha visto obligado?. Los que pasan a su lado no saben nada, sólo ven que está ahí, a veces hablando con algún vecino que se para y comenta. 
  Ella pasaba muchos días por su lado, un saludo y una sonrisa, y a lo suyo, a sus compras aceleradas, a buscar las cuatro cosas que tenía programadas para el día, y... su pensamiento se quedaba un rato crispado, sintiendo que no hacía nada, que le daba apuro sacar una moneda y ponerla en el platillo, y seguía su camino pensando, pero si no lo hago....si él está ahí es porque lo necesita, no se sentirá mal si lo hago, sus dudas la alejaban de aquel platillo cuya imagen había quedado fija en su retina,  de esos buenos días llenos de esperanza, de esa mirada triste envuelta en una sonrisa.
  Un día tras otro, y ella a lo suyo, hasta que sus sentimientos rebozan, no puede seguir mirando a otro lado, le duele. Yo soy afortunada, dispongo de lo necesario, y vivo bien. 
  Esa mañana llevaba preparada una moneda, en cuanto se acercó, él sonrió y le dio los buenosdíasseñora, el saludo habitual, se inclinó al platillo y dejó allí aquel insignificante regalo. - Para el cafelito.            -Gracias señora, que la mañana es larga y la boca se me queda seca. La naturalidad de sus palabras alejaron de ella esa sensación de estar en otro plano. 
  Así han ido pasando los días y no falta la moneda que deposita sin apuro en el plato amarillo. - Hola, buenos días. - Gracias señora, que Dios la bendiga. - De nada. Y ella a lo suyo, más satisfecha, contenta de colaborar.
Y a la mañana siguiente, -Una sonrisa y el sonido metálico de la moneda. -Gracias señora, pero no hace falta que todos los días.....si no tiene....muchas gracias.
-Para el cafelito de hoy. - Gracias, como me tengo que levantar a las seis y media, a esta hora estoy ya que necesito algo que me caliente el estómago. - Porque tengo que dejar el cajero recogido para cuando abre el banco.....y sus palabras suenan tan naturales, como si fuera lo más normal del mundo dormir en un cajero, luego vengo para lavarme un poco en los aseos del mercado, que hay que estar presentable. Y ella lo oye sorprendida, sobrecogida.
Y sigue su retahíla. - Luego, a las dos y media me acerco al Sancho Panza. -¿ Sabe usted dónde está?, pues allí hay bocadillos baratos. Y ella se va formando una idea de sus horas, del transcurrir de sus días, de sus noches....- Pues un día de estos te vienes a casa a almorzar.      - Gracias señora iré encantado, se lo agradezco. Y ella sigue su camino. Más contenta, pensando en qué plato preparará para tan gentil invitado.
  Y piensa que no hace falta ir lejos para encontrar a alguien que precisa una ayuda, alguien que necesita unas palabras alentadoras y un pequeño aporte para cubrir lo poco que su vida diaria requiere. Y siente que ella es muy afortunada por no tener que estar en esa situación, que podría haberle tocado, igual que le ha tocado a él. 
  Algún día desaparecerá, irá a otro lugar, o encontrará un trabajo, o decidirá simplemente cambiar de vida, y ella seguirá a lo suyo, a sus compras aceleradas, a las cuatro cosas programadas, sin saber nada de lo que ha pasado con ese ser amable que sacudió un día sus entresijos.





jueves, 21 de junio de 2012

ESTE JUEVES: Nuestros jueves.






Me fui acercando con miedo, pausadamente.
Me enganché de las palabras escritas y de los silencios entre ellas.
Me dejé llevar por mis sentimientos, por mis deseos y aspiraciones.
Y desde el primer momento me sentí acogida en unos brazos desconocidos.
Se enredaron en mis pensamientos los relatos, los poemas, las reflexiones, las historias, los cuentos, las denuncias y todos esos escritos que, de forma individual se vuelcan en los distintos blogs y que juntos forman un todo.
Cada cual enfoca los temas a su manera, según su estado anímico, su sensibilidad, según sus conocimientos, pero sobre todo con muchas ganas de participar en el grupo, de abrir los brazos y abarcarlos a todos, sabiendo que no buscamos perfecciones, ni académicos, que queremos comunicarnos, con todo lo que eso significa, porque si no somos capaces de llegar a los demás de nada sirve el esfuerzo.
Muchas veces sentí miedo a no ser entendida, a no estar a la altura, y, siempre tuve brazos que me rodearon, palabras de ánimo que oía a través de comentarios, miradas de complicidad que se adivinaban tras ellas.
Volcamos sobre el teclado parte de nuestra vida, porque detrás de cada texto hay una parte de nosotros mismos.
Dejamos en las palabras un trozo de corazón, sintiendo al mismo tiempo, que no perdemos sino que ganamos fuerza.
La fuerza que nos transmitimos cada jueves unos a otros.
En los malos momentos os tuve cerca, me ofrecisteis vuestras manos para levantarme, vuestras palabras para sacar mi espíritu del abismo, y, creísteis en mi, y yo salí del fondo agarrada a ese invisible cordón, que me alimentaba y, a la vez me regeneraba. He salido fortalecida, renovada, igual pero distinta, y en parte se lo debo a este grupo de amigos que, sin conocerme personalmente, se vinieron a mi patio, a un aquelarre de conjuros benéficos, danzando junto a mi alma dolorida, y la vida fue volviendo como por arte de magia.
Y aquí estamos todos, unidos, proyectando en las palabras lo que sentimos, esperando anhelantes cada jueves, deseosos, curiosos, expectantes, sabiendo de antemano que, tendremos al poético, al sarcástico, al profundo, al natural, al crítico, al optimista y al pesimista, al magnífico narrador y al que describe con tanto acierto que nos lleva al lugar sin movernos de casa, cada uno con su estilo, enlazando letras para hacer palabras y uniendo éstas para decir, para opinar, para defender o denunciar, pero siempre con un gran respeto, sobre todo con nosotros mismos.
Así veo los jueves, así creo que es este gran grupo de amigos aficionados a las palabras y a las imágenes. Un hermoso grupo de personas unidas por el hilo del lenguaje.






miércoles, 6 de junio de 2012

ESTE JUEVES: RELATO ENCADENADO






   Encontrar el sentido de todo aquello, explicaría el porqué de aquella vida de aislamiento. No merecían tales castigos, no eran unas posesas ni unas esquizofrénicas, sólo no aceptaban las normas arcaicas dictadas por ellos, los que veían peligrar su poder, los que se agarraban con uñas y dientes a sus “tronos de reyes”.
   Éstas, no eran como las demás porque se habían levantado, y habían salido a las calles, y gritado, y sus voces habían sonado y denunciaron todo lo que encontraban injusto, y por ello se consideraban pecadoras. Debían pagar un alto precio por haber luchado por unas pocas libertades. Pocas pero grandes.
   Sólo una de ellas podía acabar con esta situación, después de haberse enfrentado a sí misma, se supo fuerte, capaz de soportar cualquier castigo. Ella tenía en sus manos una importante información.


Esta historia continúa y termina en el blog de Gus, o al menos eso es lo que esperamos todos.



martes, 5 de junio de 2012

TE DEJÉ UN MENSAJE




Creo que empiezo a preocuparme porque al abrir hoy el blog me he encontrado con que todos los jueveros andan extrañados porque tu blog no aparece. Y tampoco te encuentro en el face. Te llamé por teléfono y no contestaste, te dejé un mensaje que no se si has oído. Espero que sean cosas del internet, que en cuanto lo tengas arreglado apareceras al lado derecho de la pantalla de mi pc, y nuestro grupo volverá a tener a quien seguir, que andamos un poco perdidos entre las marañas de este mundo virtual, buscándote desesperadamente.
Si querías tenernos entretenidos mientras se publica lo de este jueves ya lo has conseguido, o si querías que te dedicaramos una entrada, también lo has conseguido. 
Gus, vuelve, por favor que llega el jueves y nos quedamos sin el final de la historia.
ABRACADABRA PATA DE CABRA.....QUE APAREZCA GUS .